Después de
25 años de carrera periodística y teniendo una de las “caras y voces más
famosas” de la televisión del norte de Irlanda, Martina Purdy sale en los
titulares.
Su partida
de la BBC para entrar en una congregación fue anunciada el 10 de octubre en un
tweet que ella mandó a sus miles de seguidores: “Hola, dejo la BBC. Esta es mi
declaración. Dios los bendiga, Martina xx”.
Con el
tweet, incluyó una foto del anuncio de la BBC que cita su declaración y dice así: " Se que mucha
gente no entenderá esta decisión. Es una decisión que no he tomado a la ligera,
pero la tomo con gran amor y alegría"
Pido que
recen por mí pues me embarco en este camino con humildad, fe y confianza.
Una
periodista ganadora de premios y originaria de Belfast, Purdy creció en
Toronto. Se graduó en la Toronto University con un grado en Relaciones
Internacionales y más tarde obtuvo otro grado en la Ryerson University School
of Journalism, en Toronto. Comenzó su carrera como periodista de prensa escrita
y escribía en el “Toronto Star”, “Globe and Mail” y el “L.A. Times”. Al
regresar a Irlanda, escribió para “The Irish News” y el “Belfast Telegraph”
(1993-1999), como editora de negocios y, más tarde, corresponsal política.
El director
de noticias de la BBC de Irlanda del Norte la describió como “una de las
corresponsales más talentosas y trabajadoras de la BBC de Irlanda del Norte”.
Purdy cubrió numerosas tareas políticas, trabajando en nuevos programas,
diarios y semanales, de radio y televisión, en documentales, especiales sobre
las elecciones, y noticias on line, según una declaración de la BBC.
En sus últimos
años en el “Belfast Telegraph” antes de unirse a la BBC, Purdy cubrió las
charlas preliminares al histórico Acuerdo de Viernes Santo de 1998 que terminó
con décadas de conflicto (y matanzas) en el norte de Irlanda entre grupos
paramilitares de católicos y protestantes. Purdy cubrió los obstáculos y logros
del acuerdo para compartir el poder del Poder Ejecutivo de Irlanda del Norte de
1998-2002 en un libro titulado “Room 21, Stormont Behind Closed Doors”.
No se
aprende cada día de hombres y mujeres que – después de haber alcanzado una
cumbre impresionante en su campo y gozado de admiración, si no es que de
adulación, de los seguidores – dejan detrás el éxito de este mundo y la fama. A
pesar de que Martina Purdy ha elegido no hablar sobre sus razones para “dejar”
su carrera y su libertad para unirse a una congregación religiosa, describe la
decisión hecha con “amor y gran alegría”. Este comentario es evocador de una entrevista
que Mary Ann Marks – estudiante condecorada con las mejores notas en Harvard de
2010 que inmediatamente después de graduarse entró a las Dominicas Hermanas de
María, Madre de la Eucaristía – dio a Kathryn Lopez, editora de “National
Review Online”:
Cuando el
Amor te pide que seas Su esposa, no se protesta sobre el cuándo y el cómo. Por
otra parte, todo lo que vale la pena en la vida requiere una entrega constante
y libremente voluntaria de la libertad personal.
Parks también
subrayó la importancia de que hombres y mujeres den el paso contracultural de
entrar en la vida religiosa, un punto que aplica incluso más a la figura que ha
estado en la esfera pública por 15 años:
Los
religiosos están llamados a dar testimonio con su vida y su atuendo de las
realidades sobrenaturales: La existencia de Dios, Su amor sin medida por cada
persona, y el hecho de que nuestro deber y felicidad reside en devolver ese
Amor. Este testigo se vuelve cada vez más importante a medida que crece el
materialismo cultural y su correspondiente desagrado hacia lo sobrenatural. Es seguro
asumir que el total decaimiento de las vocaciones al sacerdocio y la vida
religiosa en Estados Unidos y Occidente no se debe a que Dios haya dejado de
llamar a la gente a la vida consagrada para servirlo. Se debe más bien al egoísmo
y al materialismo y a las constantes distracciones que invaden nuestro tiempo y
se vuelven obstáculos de la oración silenciosa. ¿Cómo podemos saber si Dios nos
está llamando si no reconocemos su voz en el silencio y la oración?
Que las
mujeres bien educadas y hábiles como Mary Ann y Martina inspiren a otros a
desarrollar el hábito de la oración silenciosa para que muchos más se vuelvan
testigos del amor y el gozo de vivir completamente para Dios.
Susan E.
Willis es editora espiritual de la edición inglesa de Aleteia.
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