jueves, 30 de julio de 2015

Explicación del lema: Vengan y Vean...para que ¡Despierten al mundo!

El Vengan y Vean… invitación hecha a los discípulos en el Evangelio de San Juan es aún vigente para quienes con valentía, en este tiempo,  deciden seguir a Cristo. A este Vengan y vean se le añade una invitación especial del Papa Francisco hecha a la Iglesia en el marco de la vida consagrada. El llamado del Papa es ¡Despertar al mundo!.


Así nuestra PJV tienen un propósito, Vengan y Vean para que ¡ Despierten al mundo¡ . Llamado hecho para cada una de las hermanas que nos hemos decidido por acompañar a la juventud en su proyecto de vida y que  nos recuerda nuestro deber  “¡Ser testimonio de un modo distinto de hacer, de actuar, de vivir! “ A la vez representa un desafío para las jóvenes que acogen esta invitación. 

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Vita consecrata in Ecclesia hodie. Evangelium, Prophetia, Spes.


Una paloma sostiene levemente sobre su ala un globo poliédrico, mientras se posa sobre el fluir de las aguas de las que se levantan tres estrellas, custodiadas por la otra ala.

El Logo para el año de la vida consagrada, expresa por medio de símbolos los valores fundamentales de la vida consagrada. En ella se reconoce la «obra incesante del Espíritu Santo, que a lo largo de los signos difunde las riquezas de la práctica de los consejos evangélicos a través de múltiples carismas, y que también por esta vía hace presente de modo perenne en la Iglesia y en el mundo, en el tiempo y en el espacio, el misterio de Cristo» (VC 5).

El signo gráfico que dibuja el perfil de la paloma corresponde en árabe a la palabra Paz: una llamada a la vocación de la vida consagrada para que sea ejemplo de reconciliación universal en Cristo.


martes, 18 de noviembre de 2014


María fue presentada en el Templo por sus padres a la edad de tres años, para ser educada allí santamente en el servicio del Señor. Los padres y las madres de las principales familias de Jerusalén concurrieron al Templo para rendir homenaje a la familia de David, y los ángeles cubrieron a la niña con sus alas y cantaron en armonioso concierto. Aunque niñita, conocía ella la grandeza del Señor a quien iba a servir. Así, para llegar hasta el pontífice Zacarías, subió las gradas del Templo con una firmeza y una agilidad que excedían la de su edad. El Espíritu de Dios que animaba su alma suplía la flaqueza de su cuerpo.





MEDITACIÓN  SOBRE LA PRESENTACIÓN  DE LA SANTÍSIMA VIRGEN

I. Desde los tres años de edad, es decir, lo más pronto que puede, María se consagra al servicio del Señor. Sus padres la ofrecen con gusto a Aquél que se las había concedido accediendo a sus plegarias. ¡Dichosos los que desde tierna edad comienzan a servir a Dios! ¿Qué esperas tú para darte a Dios? Dale todo lo que tengas; nada perderás en el cambio, porque Él se dará a ti enteramente. Es un cambio ventajoso abandonar todo por un bien que es superior a todo (San Bernardo).

II. María, en este día, ofrece al Señor todo lo que tiene, todo lo que puede hacer, y todo lo que es; en una palabra, se da a Él sin reserva. ¿Imitas a María, tú que das a Dios una partícula de tu corazón y que lo reservas por entero para el mundo y para ti mismo? Quieres dividir tu corazón entre las creaturas y Dios; es imposible. ¡Señor, es tardar demasiado no darme a un Señor tan bueno! Os ofrezco mi cuerpo y mi alma, todo lo que tengo, todo lo que puedo y todo lo que soy.

III. María se consagra para siempre al servicio de Dios, y si sale del Templo es solamente porque Ella es el templo vivo en que debe habitar Jesús. ¿No es verdad acaso que te has presentado alguna vez a Dios para servirlo? Pero, cobarde de ti, pronto te has cansado de servir a un Señor tan bueno: te has retractado, con tus acciones, de la promesa que le habías hecho! Virgen Santa, preséntame a tu Hijo muy amado; quiero ser todo de Él hasta el fin de mi vida. En un cristiano, no es el comienzo, sino el fin lo que merece elogios (San Jerónimo).


ORACIÓN

Oh Dios, que habéis querido que la Bienaventurada María, siempre virgen, en quien residía el Espíritu Santo, fuese hoy presentada en el Templo, haced, por su intercesión, que merezcamos ser presentados en el templo de vuestra gloria. Por J. C. N. S.

http://granreinita.jimdo.com/fiesta-de-la-presentción-de-la-virgen-mar%C3%ADa-en-el-templo/

martes, 11 de noviembre de 2014

La vocación ilumina la profesión


Hoy en día se destina mucho esfuerzo a prepararse profesionalmente, pero muy poco tiempo a descubrir cuál es nuestra vocación y misión en la vida. A veces se equipara equívocamente el término vocación con la profesión, como si ambos estuvieran al mismo nivel. En realidad la vocación antecede a la profesión pues le da fundamento y orienta el quehacer hacia la dirección correcta.

La palabra vocación viene del vocablo latín vocare que quiere decir llamar. Por tanto, la vocación nace de una llamada trascendente que requiere, una vez descubierta, la decisión libre y responsable de responder a dicha invitación. La vocación es un misterio que se va develando poco a poco en la medida que vamos descubriendo quiénes somos y la finalidad de nuestra existencia . Explicando a un grupo de profesionales el significado profundo de ser empresarios y la relación existente con la misión, dones y talentos que Dios nos ha encomendado, mencionaron lo importante que era entender esto desde el inicio de su carrera, no sólo para prevenir errores de elección, sino para iluminar las diversas decisiones que deben tomar día a día.

La comprensión sobre la vocación permite entender la dinámica profesional de forma unitaria e integrada en la dinámica personal, familiar y social, de tal forma que la vida profesional no esté desligada de los otros ámbitos de la existencia. Ser empresario no es una simple función o tarea que debemos cumplir o un medio de sostenimiento económico. Cada profesión, sea cual sea su ámbito específico de desarrollo, implica una dimensión de servicio, cooperando activamente en el desarrollo y bien común de la sociedad.

Todos debemos en algún momento de nuestra vida hacernos la pregunta fundamental: ¿A qué nos llama Dios y cuál es nuestra misión en la vida? Cada día es una oportunidad para ahondar en este cuestionamiento, conociéndonos a la luz de Dios, y pidiendo luces a las personas que nos rodean, para hacer realidad esta invitación, o más aún este encargo divino, que todo ser humano recibe: Ser cooperadores y gestores del cambio en la cultura, del entorno empresarial, y de la sociedad.

Carlos Muñoz Gallardo

Artículo originalmente publicado por Centro de Estudios Católicos

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